Descorchamos el otoño con ánimos renovados, nubes de tormenta que traen necesarias lluvias (los calores de este verano han sido excesivos incluso para mí... y eso no es algo que yo reconozca muy a menudo), y una imponente entrevista en el horizonte: visitaremos a un maestro de los de verdad haciendo una peregrinación como las que mandan los dioses...
Pero de momento, celebramos pues el otoño y su llegada nuevamente con un Nestea frío (y nuevamente dejando de lado el tabaco y viendo lo que dura) y continuando donde lo dejábamos ayer, es decir, hace todo un año... A trancas y a barrancas (igual que han ido siempre todos mis diarios), el blog va hacia delante, y ha demostrado de sobra su manifiesta utilidad, de lo cual estoy especialmente contento: sigo teniendo cosas que hacer, sigo teniendo cosas que ordenar, y sigo teniendo una vida que vivir... y aquí estamos, saludando a las nubes con una sonrisa.
Así pues, de nuevo ya es otoño... así que feliz otoño a todo el mundo.
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